El casirobamaridos y el casinovio

Lo que más me gustó fue su sonrisa. Después supe que su hermana era dentista. Siempre rodeado de gente, socializando, y para mi gusto, a veces joteando demasiado, pero, me gustaba. Hasta que un día se deshizo de sus casihermanas, comenzamos a platicar, a coincidir en nuestros puntos de vista, que si estábamos cansados de la rutina, de ir al antro y no pescar nada.

Invertir mucho tiempo dinero y esfuerzo, en nada. Que qué padre sería estar con alguien, pareja fija, novio, peor es nada, media naranja o cómo quieran decirle. Y poco a poco se dio, sin planearlo, sin decirlo, abrazados charlando, sentados en un sofá, super enamorados.

No recuerdo el orden de las citas y encuentros, pero algo así como la primera noche de sexo, algo regular, nada del otro mundo. Después quedamos para ir al cine, que ok, vamos en parejita al cine. Que si podía invitar a una amigas?, error, dije que sí, cómo negárselo al casinovio.

Al llegar, sus amigas, casisuperobvias, escandalosas, gente que siempre había evadido en el bar y en todos lados, ahora debía saludarlas y convivir.  Y después, la segunda salida al cine, habíamos quedado en una película, de camino me comentó que si invitaba a sus amigas, me encabroné pero dije (de pendejo) que sí, sin problema, y al llegar, otras amigas diferentes a las primeras.

Que ellas no querían ver Esa película que Ya habíamos quedado el casinovio y yo. Que me vale madre, avancé a la taquilla y pedí un boleto, se acercó por detrás y dijo, compra el mío, yo disparo las palomitas. Y  todas las demás, se dejaron venir y a comprar boletos para entrar todos juntos como una familia feliz. Luego de la segunda del cine, vino en ya casi dos meses, apenas el segundo encuentro sexual, tan regular y desabrido como el primero, nada para recordar, ni especial, ni malo, sólo plano.

Que si quería ir a una posada con las amigas, que sí, pensé no debo cerrarme y tratar de integrarme con las muchachas. Y ahí voy (de wey),  la casa de su super intimisisisisima amiga y el marido de ésta. Que ahora a cenar algo, que después a casa de X, en dónde había más gordas que me cagan (obvio yo a ellos también), que vámonos a casa de quién sabe quién chingados, que pasemos y tomemos lugar.

En una de esas, llega un oso, alto, blanco, barbón, varonil, serio, y le comenté me gusta, y me avienta la mano y dice, pues órale llégale, en un tono donde percibes su enojo. Qué cómo te llamas, que qué haces, edad, y demás, ¿vas a ir a la posada? Sí claro, y ahí vamos todas juntas, todas unidas..

Que ojalá no me molesten los anfitriones, son un poco especialitos (o sea mamones), que todo critican, en un depa nais, en la Fondesa, abren la puerta y oooh ¡sorpresa! el dueño es mi brother. Ya todos en confianza. Que nunca me habían visto con nadie, tan contento, nos vemos bien. Y bueno, la cena de lujo, la atención, el depa, la gente, al final me despedí de varios, especialmente del oso que me gustó, y roce mi barba con la de él, y adiós. Que mi casinovio vio todo.

Al otro día de la posada hubo una reunión, a la que no fui invitado, y mi casinovio con sus amigas comenzaron a fastidiar al oso, entre broma y broma, que era una casirrobamaridos, porque nos despedimos muy cariñosos. ¿Con qué cara?, ni para bromear, si mi casinovio se saluda y despide de a besitos con sus amigas, casihermanas. Y además, el cabrón iba con el que ahora es su marido. 

O sea, era casimuyinfiel, mi casinovio, casimarido. Que poca, no Mamen, y todavía le reclamaban entre broma y broma, es decir, chingandoquedito al casirrobamaridos. Así como medio empezó, medio terminó todo, y no sé si dos salidas colectivas al cine (obvio con sus amigas), y dos sesiones regulares de sexo, en dos meses de andar, se le pueda llamar noviazgo, si creen que cuenta, entonces ya tuve pareja, si dicen que no, pues nunca he tendio, seguiré casi-intentándolo cada fin de semana.