Yo soy de Buenos Aires. Voy habitualmente con mi mujer al Nuevo Victoria, en la calle H. Yrigoyen al 900. La concurrencia es 70% varones pasivos, 29% varones activos y 1% mujeres. Mi esposa está encantada de ser el 1%. Bajamos a la primera sala semi oscura, la que tiene luces rojas tenues. No nos gusta meternos en el dark room porque pierdo el control de la situación. A ella le encanta chupar pijas, aunque a veces rechaza algunos por el olor a leche y transpiración. Es muy puta pero limpita... ja ja.
Generalmente elije de a uno, a 2 o 3 tipos y me pide que les ponga el forro con la boca y los hace sentar en el banco de material con la pija parada y se les sienta encima a cabalgarlos, generalmente de frente al tipo. Algunas veces, cuando está más caliente que de costumbre, se sienta de espaldas al tipo y me pide que le meta la pija del tipo en la concha, y luego llama a alguno de los que miran para chuparle la pija mientras el otro se la coge.