miércoles, 13 de junio de 2012

Camaleón o Colibrí, Tijuana - Mírate bien, Mírame bien

Después del DF, sólo Tijuana tiene ambiente de ciudad, las demás son desde pueblitos hasta  pueblotototes. Hay más actividad cultural de vanguardia y de buen nivel en esta ciudad que en otras más grandes. Es mi percepción, no dije que sea una verdad absoluta, he dicho.

El Camaleón o Colibrí está en un primer nivel (¿cómo se llama el bar que ahora está en donde era el mini Hard Rock Café?), es un antro bastante medianón, a veces se llena, a veces le cae buen material, eso sí, es visita obligada para todos los foráneos que visitan Tijuana (no los fóraneos que llegaron a vivir).

Pues estaba ahí, solo (foreveralone), bastante tarde como a las 3 o 4 de la madrugada viendo que estaba de hueva, la música tan común y tan corriente como cualquier otro antrillo de  medio pelo, decepción de Tijuana que podría dar mucho más, la concurrencia variada, pero poco rescatable esa noche, mucho muchachito pretenciosamente moderno, pero realmente rídiculo.

Tijuana es tan parecido al DF, entre otros motivos, por la migración que de todos lados llega y levanta una ciudad rica, económica y culturalmente, llena de opciones, pero no hablaré de eso sino que, es tan parecida que todas sus loquitas son el vivo clon de sus contrapartes de la Zona Rosa, ya saben, pelo con corte rarito, parado, irregular, con rayitos, camisetitas a la cintura, pantalones pegaditos, entubados, y no falta la que trae su cinturón blanco a juego con sus mocasines blancos .

Pues como iba a ligar nada, ni bailar, ni charlar, ni nada por tener atrofiado el sentido de sociabilización a cualquier precio, mejor comencé a chelear, y así me fui poniendo ebrio, relajando los límites, al final, casi para cerrar, estabamos sólo los parroquianos de una mesa, y yo, me invitaron a beber junto con ellos, me acerque y les acepte una cerveza.

Nos sacaron pues ya era muy de madrugada, ya amanecido, seguiamos conversando sobre todo y nada, de temas intrascendentes, y no sé si por el alcohol, o qué, o tal vez un ataque de compras de pánico le pregunte a un chalillo, chaparrón como de 1.65  si me acompañaba al hotel y me dijo que sí, pero que él cobraba...

Le dije, en tono burlón y envalentonado por el alcohol y me valió madres que estuviera con sus cuates ... mírate bien y mírame bien, en todo caso yo te debería cobrar a ti (de verás no fue de ardilla) el chavo estaba encamable, para quitarse las ganas, peeeeroooo de ahí a cobrar... bueno, puede cobrar si quiere habrá quien esté interesado y necesitado, pero de ¡¡¡cobrarme a mi!!!!... jajajaja, no estoy en ganas, en edad, en cuerpo, en filias (sí, claro, hay gente que, fea o guapa, le gusta pagar para sentir el poder, el control y el sometimiento hacia el prostituido) ni en necesidad de pagar y menos a alguien como él.

Bueno, Tijuana al igual que en el DF (hey los demás estados no se hagan también tienen lo suyo) hay mucha prostitución, es accesible, fácil de econtrar, incluso sin buscarla como me pasó a mi. Tijuana como orilla de América Latina, la norteña del sur (Nortec dixit) concentra lo mejor y peor de ambos mundos. Puede verse, conocerse y disfrutarse tanto, como sufrirse, padecerse y odiarse. Who cares? Tijuana makes me happy.

Avenida Revolución, esquina con 2a, primer piso, entrada por Revolución.



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