Si es para ti, aunque te quites; si no... (1aParte)

Lo que es tuyo, es tuyo... tarde o temprano; o como el título de esta colaboración, si es para ti, aunque te quites; si no lo es, aunque te pongas. Esta es la primera de dos partes, tal como realmente sucedieron estas anécdotas, en dos espacio-tiempo-lugares diferentes. Circunstancias y resultados.

Hace como 4 años o máximo 6 años, estaba en el Tom's, todo pintaba común, los strippers, el cuarto oscuro, el alcohol. Como ya antes he descrito el lugar (Tom´s Letaher Bar en el DF) y la dinámica, entre uno  y otro tiempo de salida de los strippers, estaba yo en la barra principal tomando cerveza, a mi lado una señora, de esas ya grandes que se sienten unas doñas súperpropias y educadas, y con ella, un osito de lo más guapo, jovencísimo para ella, como de 27 o 25 años. (Yo con 32 más o menos)

A mi parecer (es decir, como siempre prejuzgando y haciéndome chaquetas mentales) la señora se ligaría al osito borracho, y ni modosssss si así le gustan al joven hay que respetar sus gustos (si, cómo no, si jotos no fuéramos, maldita vieja que se llevaría lo mejor de aquel lugar). De repente, el hermoso osito de sonrisa encantadora, barba de candado y bien vestido (con pinta de intelectual chic), se subió a la barra principal y era tanta su borrachera y euforia que comenzó a bailar, entonces los responsables de la barra lo invitaban a bajarse y la concurrencia a gritos pidió que no, no lo bajaran, al contrario, que lo dejaran hacer su numerito.

Y bueno, a los clientes lo que pidan, y el osito entre pedísimo y mal coordinado comenzó a quitarse el saco, yo juraba se lo daría a la señora y no, me lo dio a mí; como buen joto de inmediato reconocí la calidad de la tela y sin querer vi la carísima marca, luego a desabotonarse la camisa, y me la dio, luego al tratar de safarse torpemente de su pantalón en los tobillos, más el alcohol, se va de espaldas y pensé "se rompió la madre", peeeerooo, que le cae en la espalda a uno de los bartenders que estaba agachado sacando hielo o algo así, lo que evitó que cayera hasta el suelo.

Lo "colocaron" de nuevo en la barra, ya sin pantalón y quedó frente a mi un delicioso oso, peludito parejo, un vello pequeño y abundante, la imagen era excitante, super cachonda, su peluda piel, de color claro, en trusa de algodón blanco, y su camiseta blanca sin mangas, sus calcetines oscuros y sus mediasbotas y bailando torpemente por efecto del alcohol, lucía d-e-l-i-c-i-o-s-o

Yo con su saco, camisa y pantalón en las manos, y se quita las medias botas, y avienta al suelo, al pisar con sus calcetines el agua que había en la barra, se le mojan cañón, y mejor se los quita y los echa para abajo, sigue bailando se quita la camiseta o no, no recuerdo bien, hizo el juego de medio bajarse los calzones y enseñar un poco, y pude ver ese par de nalgas peluditas, bien paradas y perfiladas, de cabrón, no eran de niña redondas, anchas y paraditas, sino de cabrón lo que más me encantó.

Terminó "su presentación", le ayude a descender de la barra a un banco, al suelo, comenzó a vestirse, me dijo su nombre, ya no peló a la señora, me dijo que estaba super pedo (ahh, a poco, no se te nota cabrón) que ya quería irse a su casa, ¿te acompaño, te llevo? en un muy buen plan, sin compromiso, es que, sí estás muy pedo ¿por dónde vives? - en esta colonia, dijo; ¿traes carro? porque yo no, le comente; no, no tengo, pero nos vamos en taxi.

Salimos del Tom´s, créanme, yo sin ninguna clase de pretensión, porque el tipo estaba borrachísimo, y perdido  mal plan; unos quince días antes, en otro sitio, yo había tomado a un grado que me sentía más pedón de la cuenta y al menos un par de afeminoides quisieron ligarme a huevo, aprovechándose de mi estado etílico y poca claridad de pensamiento; esa vez me sentí mal por estar algo indefenso, con poca capacidad de reacción física y mental ante estos buitres, que obviamente no se les hizo; y recordando mi experiencia anterior, pensé en ayudar a este delicioso, riquísimo y guapísimo osito, (insisto) desinteresadamente, si después surgía algo bien, pero estaba casi seguro que no se acordaría, sería mi buena obra de la noche.

Salimos del Tom´s dio dos o tres pasos tambaleantes y se dirigió erráticamente y se metió al local de a lado, un restaurante de caldos (creo Zenón) que hoy ya no existe, es el local que hoy ocupa  la librería Porrúa. Dijo que tenía hambre, que pidiera una orden, que lo acompañara; él estaba tan pedo que, a ratos, masticaba con la boca abierta y prácticamente se empujaba los garbanzos, tortilla, pollo y caldo a la boca.

Acabamos, pagó y pedimos taxi, rápido llegamos a su depa y juro que sólo quería dejarlo seguro y que no se arriesgara; apenas abrió la puerta del edificio y se dirigió a las escaleras, empezó a gritar como si lo fuera a violar, ¡vete!, ¡vete!, ¡vete!, yo en el marco de la puerta no hice ni el intento de avanzar, y él subió casi a gatas la escalera (sepa en qué piso estaba su depa) y yo, pues tomé la puerta, la jalé y cerré.

Luego... un par de meses después lo encontré y... años después me lo vuelvo a encontrar... continuará...  (lista la segunda parte: http://arrozconpopotemexico.blogspot.mx/2013/02/si-es-para-ti-aunque-te-quites-si-no-2a.html)